Ñeca querida!!!
Ella siempre tan amorosa!! La verdad que me encanta que me manden historias... lo que pasa es que si se lo permitimos Osvaldito nos va a copar el Blog!! A mi papá (les cuento) le encanta contar historias de su infancia... y nadie mejor que Ñeca para narrarlas con palabras adecuadas... en una prosa tan sencilla que es difícil no entender sus mensajes conectándonos fácilmente con sus personajes e identificando las historias aquí vertidas con pasajes de la vida real o de situaciones que alguna vez nos han narrado... ¡¡UNA VEZ MAS GRACIAS ÑECA!!
"En la época que estamos recordando, en el campo no había electricidad, y Osvaldo no soportaba ver a Catalina, su madre, lavando a mano tanta ropa realmente sucia por el tipo de trabajo que realizaban, tampoco se podía contar con productos adecuados con que facilitar la tarea.
Es así que agudiza su proverbial ingenio, y con la yegua que mansamente hacía girar el malacate día tras día para regar la huerta que tenían, inventa un mecanismo.
Este es a base de correas y poleas, y contando con el principal elemento, la yegua, logra hacer funcionar perfectamente bien un !Lavarropas! ¡Gran alegría de tía Catalina que gustaba decir:
“Ya no me canso lavando, ahora la que lava es la yegua!”.

Es así que agudiza su proverbial ingenio, y con la yegua que mansamente hacía girar el malacate día tras día para regar la huerta que tenían, inventa un mecanismo.
Este es a base de correas y poleas, y contando con el principal elemento, la yegua, logra hacer funcionar perfectamente bien un !Lavarropas! ¡Gran alegría de tía Catalina que gustaba decir:
“Ya no me canso lavando, ahora la que lava es la yegua!”.
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